No me convenció esta película francesa protagonizada, eso sí, por una maravillosa y absolutamente convincente Marion Cotillard. Hay drama para dar y tomar de muy fácil propuesta, algo que no deja de enfadarte no sólo por el descaro con el que se exhibe sino porque hacernos sufrir en tales circunstancias es lo más sencillo del mundo. Que produzca tristeza e impotencia es lo normal en tales casos, pero, una vez martirizados por lo injusto y trágico que tiene lo sucedido, la evolución se vuelve plana, intrascendente, insustancial. El pasotismo hermético del protagonista, Alí (el grande y musculoso Matthias Schoenaerts) y su, creo yo (así lo quiero ver), infantilismo no ayudarán a que la relación que mantiene con Stéphanie sea precisamente inolvidable por su romanticismo o la comunicación de unos sentimientos que están ahí (esto se apreciará sobre todo al final), pero que no se notan excesivamente.
Al protagonista le
llegas incluso a coger manía por esa sosed y ese modo de vivir tan inmaduro, y
no lo digo tan sólo porque se dedique a las peleas callejeras cual gallo de
pelea para ganarse unas perras sino porque para él es algo importante y le
gusta hasta el punto de prestarle demasiada dedicación y hacerlo con demasiado
entusiasmo. Viendo videos de peleas en el ordenador con un colega de trabajo
semejaba un adolescente rebelde demasiado emocionado para darle crédito.
En
fin, que esta historia no me interesó porque la forma de ser del protagonista
es artificial en cuanto a que es muy poco creíble y porque no entiendo como alguien que parece más maduro y con más
personalidad, Cotillard, puede llegar
a atraerle alguien no sólo con un grado considerable de primitivismo sino
simple en su modo de ver el mundo y que comunica tan poco y tan mal lo que
tiene dentro. El contraste es pretencioso y para mí no cuela. De todas formas,
e intentando hacer un ejercicio de comprensión, quiero pensar que lo que le
llama a Stéphanie la atención de Alí, lo que le atrae, podría ser el
interés que tiene por ella a pesar de haberle ocurrido lo que le ha ocurrido,
su dedicación, el trato que le brinda. Ahí hay ternura seguramente y así lo
percibe ella. Ternura + fuerza= amor; tal vez esa sea la fórmula por la que
ella se enamora. Eso para Stéphanie
lo convierte en especial, en alguien bueno que le conviene (a pesar de la
peligrosidad que una vida como la que lleva acarrea. De todos modos ella se
meterá incluso a manager- apostadora para hacerle feliz y seguir con él, ahí es
nada…) al que no hay que criticar por su peligroso “hobby” o por ser tan
directo y descarado en ocasiones, por ser alguien que no parece tener
compromisos y que sólo se interesa por él mismo (está claro que su hijo le
importa, pero deja caer ciertas dudas de un modo barato), comportándose a veces
mal con él, con cierta violencia, cuando éste le toca demasiado las narices
(esto, naturalmente, sólo quieren hacérnoslo creer, y ahí está el truco, un
truco que resulta demasiado sencillo de pillar y que ves hacia donde va sin
dificultades), y siempre con un punto un tanto chulesco y pasota que crispa al
más pintado. Su fuerza física y sus cojones puede que ayuden a que la chica
sienta esa atracción a la que me he referido.
Lo que más me molesta de
esta película es que no me creo la relación; me parece extrañamente
inauténtica, falsa para ser más claros, vacía de arriba a abajo. Vemos una
historia en la que, curiosamente, parece no pasar nada a pesar de que la
tragedia que contemplamos y el sufrimiento son tan sólo cebos para mantener un
interés que no es despertado por ningún otro motivo. ¿Originalidad? Sí, hay
originalidad por el contraste rebuscado, pero eso no es suficiente para que
convenza: originalidad no siempre es sinónimo de autenticidad. A veces se es
original como si de un rara avis se tratara, como un capricho de la naturaleza, por diferente - raramente diferente - o extraño, pero eso
no tiene porque ir unido a efectividad (Pragmatismo, coherencia) o belleza
(equilibrio). Eso sí, la parte final arregla un tanto el desaguisado, aunque
entre en terrenos más conocidos y sea más convencional (lo que para otros
sería la peor parte. La mejor sería esa trasgresión del romanticismo que se
hace tan burda) y no está mal, pero no hasta el punto de considerar que hayamos
visto ninguna maravilla, desde luego. ¡Qué diferencia entre la extravagante
relación de los protagonistas de Malas Tierras, de Terrence Malick, y la que mantienen Alí y Stéphanie en De óxido y hueso! Para mí los
“extraterrestres” de Malas Tierras
ganan por goleada, si bien es cierto que en De óxido y hueso sólo uno de los dos es el “extraterrestre”, con “arreglo”
final para que el componente marciano no sea tan cantoso.
PD: @ngel, siento haber
visto la peli de un modo diferente al tuyo. No siempre se puede coincidir :-D Un
saludo y gracias por recomendármela de todos modos.
7 Ya han hecho su aportación. Sigue comentando si quieres:
A mi sí me ha gustado. Trata el tema sin sentimentalismo ni compasión pero con ternura.
Me ha gustado el comienzo aunque luego se convierta en predecible.
Ambos actores están muy bien.
Saludos.
Muy cierto, Manderly, pero que se hubiese tratado con cierto grado de compasión a lo mejor no hubiese sido tan malo ni incompatible con una buena historia de amor.
Un abrazo y gracias.
No he visto la peli, y he empezado a leer la entrada y con eso del sentimentalismo facilón o no, me he dicho, la veré, así que no he continuado, eso sí, volveré por aquí.
Hace poco vi La tumba de las luciérnagas y me pregunté si me había sucumbido a "un chantaje emocional" o verdaderamente había visto un buen film de animación.
Y no sé si será el caso pero quiero averiguar lo mismo en esta peli.
Ya te contaré
Saludos
Me estuve pensando mejor la respuesta que le di a Manderly y, bueno, le contesté que en cuanto a lo del sentimentalismo facilón tenía razón, no jugaba con eso, pero mejor pensado creo que algo de eso hay, aunque no lo parezca. Provocar un sentimentalismo de este tipo no tiene porque ir por lo evidente; a veces con trucos se consiguen manipulaciones emocionales; para mí en De óxido y hueso hay algo de esto, pero se hace una manipulación que juega al despiste. No sé, a mí me pareció así...
En cuanto a La tumba de las luciérnagas, nada que ver. Esa es una historia que no ofrece dudas de credibilidad. Es trágica sin más y está contada con muchísima sensibilidad. Que sean niños los que protagonizan la historia seguramente ayude a que las emociones sean más acusadas y produzcan un impacto mayor.
Un abrazo, Sese. Gracias por pasarte. Si ves la peli, espero que te guste... aunque ya ibas avisado :-P
Hasta otra
Pues me la apunto, Javier, me apetece mucho, porque además aquella de "Latir mi corazón se ha parado" me gustó bastante. Gracias y un abrazo.
¡Eso es lo que me gusta de las amistades blogueras! Que ya sé que si las películas no te convencieron a tí...Podré invertir mi tiempo en otra pelí (risas)
Hermano, acabo de leer que ya viste ARGO y estoy de acuerdo con todas tus impresiones, de hecho así mismo la sentí con sus luces y sombras y lo coloco en mi entrada. Lo bueno es que en la sumatoria resultó chévere ¿verdad? De más está decirte que mi entrada está a la orden a la hora que quieras postearla.
Te cuento que todavía me falta mucho para recopilar las imágenes de mis ciento y tantas entradas. Es una labor un poco tediosa y hay que llevarla con mucha calma. Pero gracias a Dios que tengo amigos como tú que animan a uno a no desmayar. Por cierto, una de las cosas que me ha tenido un poco alejado del blog es también que estoy trabajando para la edición de mi segundo libro de cuentos que vas a poder adquirirlo pues se puede pedir por internet. En lo que esté listo te aviso.
Johnny
Esa no la vi, Johnny. De todas formas creo que aunque no me hubiese parecido tan buena peli esta de la que hablo, estoy seguro que cualquier otra de este director puede engancharme más porque se le ven aptitudes de otro modo (no del en el que no me convenció, en este caso)… con lo que me apunto la peli que citas para procurar verla. A ve si para después del festival Online que se está preparando y que tanto promete. Supongo que verás alguna de las que pongan.
Un abrazo, Johnny. Gracias.
Alí
Es cierto, Ali. Un buen consejo siempre ayuda ;-D aunque esté feo, en este caso, que lo diga el que te da el consejo :-P
Argo me gustó bastante. Cumple con su objetivo y lo hace brillantemente. Desde luego es chévere, estoy contigo, el resultado final es muy satisfactorio.
Yo nunca me olvido de los blogs amigos y que me interesan, aunque a veces tarde en meterme por falta de tiempo, pero tarde o temprano siempre aparezco para decir lo que tenga que decir ;-D
Lo de tu libro espero impaciente… pero también espero que no sea muy caro porque ando más pelado que un pollo escaldado :-) ¿En España no se puede adquirir en alguna librería? Es que a mí me da mal rollo comprar por Internet, de hecho, menos viajes y hotel, nunca lo hago. De todos modos hay excepciones, como en el caso que nos ocupa, si esa es la única manera de poderlo pedir… estaría hecho ;-D Ya me dirás…
Un abrazo y gracias por pasarte, Alí.
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