La segunda parte de esta trilogía del personaje que da título a los tres films de George Miller
es la mejor de la saga, es la más cinematográfica (la primera, aunque es buena también, tiene un aire, un estilo, un tanto a telefilm, eso sí: un telefilm con bastante garra y que narra la historia de forma cruda en cuanto al tratamiento de la violencia) y la más espectacular; se puede decir que la violencia de la primera parte es sustituida por el espectáculo y la aventura en esta segunda parte, a pesar de que en ésta también hay una buena dosis de violencia, aunque no tan visceral como en la primera sino tratada más como un espectáculo, y eso se hace de ese modo por el tipo de historia que cuenta, que sería parecido a un western futurista posapocalíptico en el que un personaje absolutamente atormentado
Spoiler (No leer el spoiler en color azul para
no descubrir partes de la película)
por la
muerte, en circunstancias salvajes, de su mujer y su hijo, a manos de unos
desaprensivos moteros- delincuentes… / Fin Spoiler (Ya se puede seguir leyendo sin problema)
…vaga sin rumbo fijo, sin ningún tipo de ilusión, a través de las carreteras y páramos de una Australia en ruinas tras la hecatombe nuclear. La barbarie es habitual en los escenarios que nos enseña George Millar; los más fuertes y sagaces son los que mejor sobreviven en unas circunstancias tan adversas, como El loco Max que ya no tiene nada importante que perder, tan sólo su vida, pero ni eso ya es importante para él.
Además de ser un western moderno (esto es común en muchas críticas que se han hecho de la película, y de lo que posiblemente nadie del equipo pudiera haber negado nunca, pues es clara la similitud) en el que Mad Max sería un pistolero aventurero, los moteros gamberros serían los indios, el campamento donde extraen el petróleo sería el fuerte y, por ejemplo, el camión una diligencia que huye de los indios (moteros), la película además de aventura tiene un ritmo trepidante, mucha acción de la buena mezclada con esperanza y nihilismo de un antihéroe que no cree ya en nada ni en nadie, tan sólo en sobrevivir atormentado, deshumanizado, como un animal acorralado que debe enfrentarse con todo tipo de peligros que trae el nuevo mundo.
Las persecuciones de coches/motos/camiones de Mad Max II son legendarias; están rodadas de tal manera que parece que los vehículos sean cohetes propulsados por el motor más potente jamás inventado. El vértigo de la velocidad se siente, se masca en cada toma; la sensación de peligro está a la vuelta de la esquina, y nos preguntamos continuamente quién será el próximo motero en salir volando para estrellarse contra el parabrisas de un coche o para caer por un precipicio. Aquí se juega con serie B, pero tratada con mucho más cuidado y con más seriedad; es, como he dicho antes, un espectáculo digno de ver, por momentos parece la viñeta de un cómic de acción en el que nada permaneciera inmóvil. El vértigo nos hace tambalearnos en nuestros asientos absortos por tanta convulsión; es como una danza de coches y motos en la que, a veces, alguien perdiera el paso y saliera de la escena sin querer, pero precipitadamente, sin control alguno… es maravilloso, por lo menos yo así lo vi cuando tenía muy pocos años y fui al cine con unos amigos; de vez en cuando miraba hacia ellos y sus caras eran de asombro, alegres, incrédulas de ver algo que nunca habían visto: un baile de vehículos a motor, con ruedas y de todos los tamaños.
Hoy estas escenas de acción se ven de manera diferente, aunque no han perdido gran parte de su encanto, y esto es por el nuevo cine de acción que se hace ahora, un cine digitalizado y donde la acción es llevada a extremos, en ocasiones, hasta ridículos, escenas con un cinismo apabullante, muy irreales, demasiado fantásticas sin tocar muchas veces este mismo género donde podrían encajar mejor. En Mad Max esto es más auténtico que en la mayoría de las películas de acción que se hacen hoy en día, hay en su configuración más nobleza y no tanto efectismo circense, mejor adecuación al contexto donde se enmarca cada una de las escenas de las que hablamos; hoy la acción que se desarrolla en las películas, por lo general (siempre hay por ahí alguna joyita digna de ser contemplada), son un mal pretexto para desarrollar un guión infumable, con no demasiada imaginación, cosa que sí le sobra a Mad Max II, el gerrero de la carretera.
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gran película sí. Poco más que añadir, ya hice un post sobre esta peli hace un tiempo.
Bien Javi,esta ya es otra cosa,aunque no es una joya,pero si es de culto,y estoy contigo que es la mejor de la saga,yo fui a ver solo al cine la 3ª que es la peor con diferencia.Yo no soy muy dado a idolatrar las peliculas con demasiada violencia,pero a esta le doy un 6 de valoracion.
Buen post Javi.
Me pasaré a leer tu comentario, Raül...
Atti, la verdad es que desprende aventura y su violencia no es tan cruda. Gracias por comentar, amigos...
Efectivamente, en ésta estamos muy de acuerdo, lo cual es un poco rollo... ¡me encanta discutir de cine! ;D
Se pasa un buen rato viendo esta película, está llena de acción y es realmente divertida.
Los malos son absolutamente kitsch esa mezcla de punk, rollo sadomaso, hell angels y portero de NHL es brutal. Especialmente Cumungus el jefazo, supercachas y con el pistolón... como le da el tío al megáfono (ya lo habrían querido los vietkong de Apocalypse Now para desmoralizar a las tropas yankis).
Pues eso, una peli de culto, entretenimiento puro y duro, y muy muy poco "seria" (en el buen sentido de la palabra).
Muy maja la entrada Javi.
Y gracias de nuevo por tus palabras en nuestro blog. Y no te preocupes que no me han molestado para nada.
Al revés, me sentí muy halagado, y comprendo tu pasión cuando hablas de cine, ya que tanto a Cristina (mi mujer) como a mi mismo, el cine nos emociona de igual manera.
es cierto que esta es la mejor de la saga, me encantan las tres de la saga pero esta es la mejor por toda esa historia de la batalla por la gasolina y como max se enfrenta a todos, en especial al final cuando lleva el camión. la 3 yo también la revindico, no es tan mala como se suele decir pero es cierto que enrrebesan demasiado la historia
este año creo que se va a estrenar mad max 4 pero sin mel gibson, todo apunta a que será un bodrio enorme
Recuerdo que la vi cuando se estrenó en Barcelona. La echaban en un cine del Paral·lel en "cinerama", o sea que había que ir moviendo la cabeza de lado a lado para seguir las persecuciones automovilísticas que jalonan el metraje. Yo acababa de salir de un examen que dejé en blanco y tenía ganas de evadirme. Lo conseguí al cien por cien; fue un chute de adrenalina total.
Todo un clásico ochentero, no sé ni las veces que la he visto y es que la ventaja de esta obra es que nunca envejece. Rompé la regla de que segundas partes no son buenas y eso que su primera parte es un interesante título de serie b con un practicamente debutante Mel Gibson. Bravo por Max. por Wez, por Humungous o Papagayo como echo de menos títulos como éste. Buen post Javi,saludos!
fantastica esta película, las tres películas
en especial la primera. Fantastica recomendacion ahora que tengo algo de tiempo libre por las fiestas a ver si puedo verla. estas películas
sin tanto ordenador tenian su encanto.
un saludo.
La sensación de espectáculo y aventura es enorme; verla en una pantalla grande en cinerama como hizo ricard debió ser toda una experiencia. Yo me tuve que contentar con verla en una pantalla normal, eso sí: grande más bien. Un saludo y gracias a todos por vuestros comentarios.
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