No sé qué les dan de comer en Latinoamérica: cuentan las películas muy bien, sin altibajos ni salidas de lugar que lo terminan estropeando todo; hacen cine como hablan: con desenvoltura, fluidez, muy equilibradamente.
Backyard no es una peli de sobresaliente, ya diré porqué, pero está bien resuelta y explica con coherencia y agilidad (con esto no digo que sea una peli que tenga un ritmo rápido en su narración sino que es desenvuelta)
Comienza apuntando alto y mostrándonos varios frentes abiertos. Un frente que cuenta quién sería el máximo responsable de no intentar solucionar el problema de las muertes de mujeres en Ciudad Juárez: sería el frente político con ramificaciones económicas (la figura del hombre japonés hablando con un político mexicano de que ese problema en la ciudad puede ser negativo para las inversiones de empresas en un contexto globalizado), un gobernador aprovechado que quiere colgarse la medalla de una solución que no es tal, porque el acusado de ser un asesino en serie que es capturado no parece ser el causante de tales asesinatos, pero se quiere hacer de él un chivo expiatorio para mayor gloria del gobernador y sus compinches; pero parece que las pequeñas soluciones comienzan a llegar si los medios de comunicación hacen algo y vuelven a poner en portada de sus periódicos las noticias de las muertes violentas de esas víctimas inocentes y totalmente desprotegidas, es entonces cuando esos políticos egoístas e hipócritas mueven algún dedo para ejemplarizar, pero las soluciones reales no llegan… tal vez porque algunos de esos mismos políticos formen parte del mismo problema y crean que no es para tanto, estaríamos hablando de políticos tan criminales y machistas como los propios asesinos de mujeres porque de alguna forma hacen la vista gorda y son de oídos sordos a los gritos de socorro, son cómplices de los asesinos por no dar soluciones cuando lo podían hacer, o al menos intentarlo…
Comienza apuntando alto y mostrándonos varios frentes abiertos. Un frente que cuenta quién sería el máximo responsable de no intentar solucionar el problema de las muertes de mujeres en Ciudad Juárez: sería el frente político con ramificaciones económicas (la figura del hombre japonés hablando con un político mexicano de que ese problema en la ciudad puede ser negativo para las inversiones de empresas en un contexto globalizado), un gobernador aprovechado que quiere colgarse la medalla de una solución que no es tal, porque el acusado de ser un asesino en serie que es capturado no parece ser el causante de tales asesinatos, pero se quiere hacer de él un chivo expiatorio para mayor gloria del gobernador y sus compinches; pero parece que las pequeñas soluciones comienzan a llegar si los medios de comunicación hacen algo y vuelven a poner en portada de sus periódicos las noticias de las muertes violentas de esas víctimas inocentes y totalmente desprotegidas, es entonces cuando esos políticos egoístas e hipócritas mueven algún dedo para ejemplarizar, pero las soluciones reales no llegan… tal vez porque algunos de esos mismos políticos formen parte del mismo problema y crean que no es para tanto, estaríamos hablando de políticos tan criminales y machistas como los propios asesinos de mujeres porque de alguna forma hacen la vista gorda y son de oídos sordos a los gritos de socorro, son cómplices de los asesinos por no dar soluciones cuando lo podían hacer, o al menos intentarlo…
Después pasaríamos a fijarnos en personas concretas que, por supuesto, seguirían teniendo mucho que ver con el problema de la violencia, y aquí nos pararíamos en la mujer, creo que indígena, y que va a Ciudad Juárez a trabajar, encontrándose con su prima, que la acoge; la mujer habla una lengua originaria de México, una lengua amerindia, el tzeltal; no sé muy bien, pero esto me fastidió bastante porque no la traducían en el vídeo que vi a través de Internet, al igual que no traducían el inglés, y había diálogos en los que se hablaba mucho inglés y bastante el tzeltal… y yo con la boca abierta preguntándome qué estarían diciendo.
Aparte de este inciso nos adentraríamos en la vida de policía de otra mujer muy comprometida con intentar dar algún tipo de solución al problema, aunque ella sola se verá impotente si no hay ayuda de una policía demasiado apalancada y sin motivación por falta de medios y de ánimo… en una escena su jefe le dice, cuando la mujer policía le pide ayuda, que no hay, no se puede ni se podrá (no hay ayuda, no se puede ayudar ni se podrá ayudar…). Es en este aspecto particular donde la película nos explica una de las causas más directas y tangibles de porqué se producen las muertes, la causa pasional, y que tiene que ver con la cultura machista; y aquí nos adentraríamos en la vida un tanto especial de la indígena cuando llega a la ciudad, con el conflicto que tiene con el que “parecía” su novio, con el que se comporta sin demasiada sensibilidad y que deriva claramente (evolución del novio indígena de la chica incluido, con comeduras de coco de allegados y amigos que rezuman machismo y misoginia violenta como malos vapores que te matan si te acercas mucho) hacia lo trágico, viéndolo venir de lejos, como no podía ser de otra manera ya que tenía que encajar en el tema de la violencia y de las muertes. Y esto es lo que menos me gustó: el comportamiento de la chica indígena es demasiado liberal y está metido con demasiada precipitación y de manera bastante simple, no hay ningún tipo de evolución en el sorprendente cambio de la mujer, que llega a ser temerario, aunque suficientemente creíble porque tal vez fuera inocente en ese aspecto – como podían ser muchas en la vida real- y no esperara nada malo de un hombre que parecía ser buena persona y quererla, pero que es castigado emocionalmente cuando la mujer sale con otro en sus mismas narices, aunque ese siga sin ser motivo alguno para hacer uso de la violencia hacia ella; su libertad le importa demasiado a la recién llegada y quiere demostrar que sólo ella manda en su vida (actitud muy temeraria, como comenté antes, viviendo en la ciudad en la que vive)…Pero había que dejar meridianamente claro el mensaje de que esta violencia está demasiado arraigada en la sociedad que describe la película y que será un problema de difícil solución; la educación y los cambios de mentalidades retrógradas y de un machismo enfermizo, donde los celos, evidentemente, juegan un papel en un escenario tan cruel, serían la mejor solución que se le podía dar a este humillante y desolador problema.
Y finalmente comentar que aparte de esta causa pasional, la película pone encima de la mesa otras causas diversas como el comercio de órganos, los asesinos en serie, etc etc… y esto se habla entre la mujer policía y la voz que trata de comunicar a la gente qué es lo que está pasando y quienes son los responsables de no hacer casi nada, y hablo del locutor de radio.
Esta película es un recorrido por las causas y las urgentes soluciones del problema de los feminicidios en Ciudad Juárez, un problema que ya lleva más de una década atemorizando a muchos mexicanos, sobre todo a mujeres, y que en 14 años ya se ha cobrado la asombrosa cifra de 1060 personas.
5 Ya han hecho su aportación. Sigue comentando si quieres:
Del caso de ciudad Juárez la verdad es que no se ha estrenado ninguna película que realmente haga justicia a este suceso. O eso me parece a mi. El mejor acercamiento artístico, para mí, es la fantástica novela de Roberto Bolaño 2066.
Por cierto! Sí, ésa de la Nastassja Kinski es la que digo, un remake de La mujer pantera de Tourneur.
Sí que la vi, pero no me acuerdo casi nada de ella, sólo a Nastasha Kinski contorneándose medio desnuda delante de la pantalla
Hola qué tal Javi??? Disculpa que haya tardado en contestar tu post, pero he estado algo liado. Quería felicitarte por este gran blog que tienes, del que me hago seguidor.
Un abrazo desde BCN!!!
Muchas gracias, CINEXIM. Aquí tampoco hay tantas prisas... cuando se pueda. Yo también me pasaré por el tuyo y comentaré; tu blog es de lujo. Un saludo y repito las gracias. Nos vemos
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