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sábado, 4 de diciembre de 2010

Sed de mal/ Orson Welles/ Estados Unidos 1958

         


     Cine policiaco made in Orson Welles con todo lo que ello conlleva: fuerza dramática, modernidad y detallado análisis de los personajes, aunque éste no sea demasiado introspectivo, con sus defectos innatos que los llevan a actuar en ocasiones a impulsos, a veces con mezquindad, otras  maquiavélicamente, como Hank Quilan, jefe local de policía interpretado por un obeso y desaliñado Orson Welles que a pesar de ser, no digo pura maldad, sino maldad ambigua(donde el componente noble de justicia se podría apreciar, pero muy lejano y como si de una ensoñación se tratara), tiene una intuición que le ha dado fama y un componente de leyenda viva, pero ya entrada en años y muy deteriorada. Quilan no acepta que se metan en sus asuntos; su autosuficiencia asusta y atrae al mismo tiempo. Es una especie de “dios” que estaría siempre por encima del bien y del mal, y ese “don” que tiene le valdría para señalar, como haría cualquier otro “dios”(con ese dedo acusador) a los que son culpables de algo y deben ser castigados; lo que ocurre es que su forma de hacer justicia es particular porque va en contra de lo que él mismo debería defender: la ley, conflicto permanente en películas de este tipo(policíacas, de cine negro) en las que su cumplimiento en ocasiones va en contra de lo que tendría que ser la  justicia( pensemos en otras películas con el mismo tema, aunque contadas de una forma muy diferente, por ejemplo Harry el sucio, o en series de televisión, como la transgresora Dexter).
Pero, ¿qué hace del personaje que interpreta Wells ser un hombre malo? Creo que es muy claro: que los métodos que utiliza para encerrar a un asesino o delincuente de cualquier otro tipo son tan, o más, delito que los delitos mismos que comenten los hombres a los que persigue; Quinlan es otro ángel justiciero, pero conchabado con el diablo, es ángel y demonio a un tiempo.


Spoiler (No leer el spoiler en color azul para no descubrir partes de la película) 
               Pero el ser ángel no te libera de lo que hace el demonio (él después de todo, según se interpreta en la película, lleva a los malos a la cárcel; y en un final absolutamente impactante te das cuenta de este hecho, con la gran ironía que supone tomar finalmente conciencia de ello) / fin Spoiler (Ya se pude seguir leyendo sin problema)
         Cambio de tercio. Ya el inicio de la película nos parece deslumbrante, hay un dominio técnico y de puesta en escena total, con una primera toma sin corte alguno que dura aproximadamente 4 minutos(me recuerda en la puesta en escena a los primeros planos de la película Río Bravo, sin diálogos, pleno virtuosismo en el manejo de la cámara y de los encuadres, sólo que en Sed de mal hay más movimiento al desarrollarse esta escena en la calle, mientras que la de Río Bravo es en el interior de una cantina) en la que vemos por primera vez a la pareja protagonista: Miguel Vargas(Charlton Heston, que está más moreno que de costumbre para que lo creamos más en su papel de mexicano - hay algo de prejuicio aquí; también hay mexicanos rubios-) y su esposa Susan Vargas( como una atractiva y sensual Janet Leight - Psicosis-). Aquí la cámara nos centra en la acción misma, es una cámara curiosa que poco después se precipita en lo que será el objeto de la investigación, este suceso está rodado con un movimiento de cámara que puede parecer muy actual y que, por ser una película del año 58, puede llevarnos a confundir y hacernos creer que puede ser un fallo técnico sin demasiada importancia por la falta de medios presupuestarios, pero que no creo que lo sea ya que desde el punto de vista cinematográfico Welles era de un virtuosismo descarado, por lo que creo que el movimiento de la cámara lo hace para darle más realismo y precipitación a unas escenas en las que este estilo es el que mejor encaja, como no se podía esperar menos del autor de Ciudadano Kane.
        En la película también se mezclan otros personajes a parte de Quinlan, Vargas y su esposa; un mafioso mexicano llamado Joe Grandt y su clan, la mayoría parientes, acechan a Vargas por motivos que tienen que ver con el tráfico de drogas y un hermano de Joe acusado por este motivo.
Spoiler (No leer el spoiler en color azul para no descubrir partes de la película)
Cuando se ve acorralado por Vargas, Quinlan tratará de hacer un arreglo con el jefe de la familia Grandt, a sugerencia de éste, para sacarse a Vargas de encima. A los dos les vendría bien tenerlo bajo sospecha y trazan un plan para conseguirlo; pero Quinlan tiene una sorpresa final reservada para el jefe mafioso. Quinlan lo utiliza para conseguir un fin de algún modo noble, pero con unos procedimientos que lo condenan. / Fin Spoiler (Ya se puede seguir leyendo sin problema)
      Sed de mal es puro virtuosismo cinematográfico, con personalidad propia marcada por el genio de Wells, es una película especial por muchos motivos, uno de los cuales sería el lugar donde se desarrollan los acontecimientos: la frontera entre Mexico y los Estados Unidos; un lugar donde se junta lo peor de los dos países, como dice en una escena el personaje interpretado por Charlton Heston.
         Muchos de los rasgos personales de algunos personajes y su forma excéntrica de actuar, con una atmósfera que agobia y parece dejarte sin demasiado aire, se dan, o se parecen, a situaciones y personajes de algunas de las películas de la filmografía de David Lynch, sólo que con menos dosis de locura;  fijémonos sino en las escenas del motel donde la gente del clan de los Grandt acechan a la esposa del jefe Vargas: aquí se aprecia un evidente vapuleo emocional hacia la mujer de Vargas, parecido al que le hacen muchos de los personajes de las películas de Lynch a sus víctimas…




          Si hablamos de su estructura, la película tiene para mi tres partes claramente diferenciadas; en la primera se nos ofrece el acontecimiento que provocará la investigación y los conflictos que surgen entre los Vargas (acoso a su mujer) y los Grandt. En la segunda parte Quinlan acecha a su presa, el presunto culpable del suceso clave de la trama. Se podría decir que “el acechador acecha”, como suele ser costumbre en Quinlan y sus “víctimas culpables”.
Spoiler (No leer el spoiler en azul para no descubrir partes de la película)
Y en la tercera y última parte “el acechador es acechado”, osea: Vargas, que se da cuenta del tipo de policía que es Quinlan por el claro engaño y manipulación de las pruebas con el sospechoso, lo acecha para descubrir sus asuntos negros y destapar toda la corrupción  
/ Fin Spoiler (Ya se puede seguir leyendo sin problema)
       La música misteriosa de Henry Mancini mezcla diversos estilos, entre ellos el jazz y el rock ´n roll en un conjunto bello y muy sugerente, pleno acierto de Wells en la elección, como suele acertar de pleno Tarantino escogiendo la música de sus películas; este es un añadido que se agradece porque parece liberar de cierta opresión  por la densidad de algunas de las escenas de la película.

        El brío, la contundencia y ese fluir continuo que no nos abandona, a veces como a tirones que sobresaltan, son otras de las peculiaridades del estilo que Wells le ha dado a esta joya del cine negro, todo condimentado con una recreación de las situaciones que sugieren mucho más de lo que explicitan y que le dan a Sed de mal ese aire tan especial y misterioso, como una ensoñación  parecida a una pesadilla que angustia por momentos, pero de la que tienes esperanza de salir ileso, aunque con algunos rescoldos quemándote allá en lo profundo…

5 Ya han hecho su aportación. Sigue comentando si quieres:

Javier Ramírez. dijo...

Totalmente cierto, cuando esta muy bien trabajada una película o los personajes algunos personajes pueden tener algo de divino. Genial fijarte en eso de los movimientos de cámara algo que me gustaría publicar
en mi blog es fijarme mucho en esos detalles de las cámaras esos movimientos creo que solo le preste un poco de atención en in post. genial la segunda parte de la publicación muy bueno eso de fijarte. En la película la cámara cobra gran importancia aunque tambien juega con las imagenes para crear una atmósfera negra

Raúl Calvo dijo...

una obra maestra lo mires por donde lo mires, ideal en doble sesión con la dama de shanghai

Antoine Doinel dijo...

Hipnótica de principio a fin, virtuosismo en estado puro de un Maestro. Buen post Javi.

ATTICUS dijo...

Excelente puesta en escena de esta joya de Orson Wells,magnifico comienzo con el plano-secuencia
de la frontera de USA-MEXICO.
Buen post Javi.

Jesús dijo...

Clásico de Orson Wells,que hasta con su papel de secundario de policia corrupto Hank Quinlan eclipsaría al propio Charlton Heston con su papel de protagonista. Destacar sin duda la banda sonora de Henry Mancini y el espéctacular comienzo,saludos!