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lunes, 4 de febrero de 2013

12 monos/ Terry Gilliam/ Estados Unidos 1995



Viajes en el tiempo, sueños, locura y realidad, dudas que llevarán a un falso convencimiento para desechar lo terriblemente inevitable, melancolía nostálgica con final de abundante romanticismo. James Cole será uno de los elegidos para trasladarse al pasado como buen observador que es y conocer la causa que originó el Apocalipsis por el que la poca población salvada se ha visto obligada a refugiarse en las profundidades de la tierra para no ser aniquilada por un virus letal. Nuestro hombre tratará de cumplir la misión, no sin dificultades, para una reducción de la pena en su presente. La banda de los 12 monos es un objetivo al que seguir cuando se sospecha que es la responsable del atentado biológico. La banda estará presente en el pasado y en el futuro, como si de una premonición se tratara, una coincidencia con sorpresa final.

Cole, protagonizado por Bruce Willis, será tratado como un loco en su nuevo entorno y entrará en contacto casual con Jeffrey Goines, un anticonsumista que recuerda en buena medida a los antisistema de hoy en día y al personaje que interpretó años más tarde el mismo Brad Pitt en la película El club de la lucha. En Doce monos hará un papel para expandirse en todos los registros que tienen que ver con el exceso gestual, pero que, por su personalidad psicótico-espasmódica (éste sí), no desencajará en absoluto en dicho papel. La doctora Kathryn Railly (maravillosa Madeleine Stowe) sentirá interés por la historia de Cole por ser coherente dentro de lo que todos suponen es alguien con problemas mentales (ella dudará); ese hecho la descolocará. La fantástica huida de Cole del psiquiátrico no hará más que aumentar las dudas de la doctora. Ésta comenzará a creer seriamente que lo que contaba Cole era cierto.






Cuando Willis retiene, o secuestra de un modo no del todo intimidante, a la doctora y empiezan las pesquisas para conocer lo que originó el caos, la historia de amor cobrará protagonismo de un modo íntimo, tierno y trágico, con una tristeza e impotencia por lo que parece inevitable que harán que nos sintamos mal no sólo por el desastre general sino por el particular de la pareja protagonista recién enamorada, una pareja que ya tenía muy claros sus sentimientos y había decidido qué hacer y cómo continuar su vida en común de salir victoriosos de la amenaza. El homenaje a la película Vértigo es precioso y viene muy a cuento.



El guión de Doce monos es una maravilla y está basado en la peli (mediometraje) francesa La Jetée, del años 62. En el largo de Gilliam lo fantástico se refleja de un modo retro y es aceptado con agrado, convincentemente; le da un estilo a la peli personal y creíble, algo que caracteriza a Terry Gilliam: nada de sofisticaciones de estilo para recrear un mundo futuro influenciado por la moda más reciente. Se mezcla lo clásico y conocido, no vintage, con la extravagancia más personal del director para poder saborear un cocktail fascinante en su estética, una ficción que navega entre el cuento de hadas y el cómic más retro. En pocas palabras: una hermosa película que es como una montaña rusa de mucha adrenalina en lo emocional y en los planes que debe llevar a cabo el protagonista, un Bruce Willis enamorado y atormentado por un destino del que no puede escapar. Esa angustia del protagonista al creer que puede no tener éxito se une a unos sentimientos que puede que se acaben casi antes de haber comenzado, algo realmente triste, y más sabiendo de donde viene James Cole y todo lo que ha tenido que pasar. Cole llegará a autoconvencerse de que sí es un loco; en el psiquiátrico vivirá como el resto de enfermos y lo drogarán con todo tipo de pastillas, como al resto. De ser así, de ser un loco, la destrucción de la humanidad tal vez fuera producto de su mente divergente, algo inexistente, tan sólo en su cabeza; si fuese así el sufrimiento tal vez desaparecería. El complejo de Casandra será manifiesto y de él hablará la psiquiatra en una  de sus conferencias, como si hablase del mismo James Cole: Casandra estará condenada a conocer el futuro y a no ser creída cuando lo predecía; habrá en ella una agonía por conocer algo que no podrá evitar.
 

 



Encuadres en picados, primeros planos y sensación de distorsión que recuerdan tendencias expresionistas, alteración de la realidad y un pasado que es raro que no de nostalgia por la angustia que produce el no poder volver a vivirlo mientras somos conscientes de que llegamos al final, una nostalgia que es puro existencialismo de finitud. La espiral en la que se mete Cole es una especie de eterno retorno sin salida, en la que no puede cambiar el pasado lo suficiente como para ser feliz en el futuro en compañía de ELLA. Eso sí: ayudará a los científicos de su presente (¿serán los gobernadores del mundo después del suceso que los llevó a vivir bajo tierra, o estarán por encima los militares como suele pasar en estos casos? Aquí tengo mis dudas. Tal vez estén los dos gremios en tal posición privilegiada de dominio) a que puedan solucionar el problema que motivó la destrucción.



34 Ya han hecho su aportación. Sigue comentando si quieres:

Raúl Calvo dijo...

Esta peli me gustó mucho, especialmente la recreación del futuro que hace Terry Gilliam. Eso sí, hay que reconocerle el mérito a al film original La Jetée por como crea y desarrolla la historia a partir de imágenes fijas.

Einer dijo...

A mí me encanta 12 monos pero es que Terry Gilliam me parece un genio. Y Brad Pitt se sale con su interpretación divergente, aunque a mí siempre me ha parecido muy buen actor.

Sandra Mantas dijo...

Recuerdo que la vi en el cine en el momento de su estreno y que me gustó (y no siempre me gusta Terry Gilliam, de hecho no muchas veces) pero la tengo bastante olvidada, así que debería volverla a ver para refrescarla. La que sí ya tardo en ver es La Jetée, que pese a las numerosas recomendaciones y citas de blogueros aún no he visionado.

Un abrazo.

Javier Ramírez. dijo...

Al final me dio un patatus. yo creo que es de estas películas que estan en la lista de finales inesperados y sorprendentes. La película esta muy bien y las actuaciones fantasticas. Ya sabia lo de el corto frances en el que esta basado. volvi a acordarme de ella con la película Looper muy buena entrada saludos.

Daniel Bermeo dijo...

No he hecho los deberes aun con esta película; sé que me estoy perdiendo de mucho, pero espero subsanarlo esta temporada :) Por su parte sí vi La jetée de Chris Marker (cineasta que por cierto nos dejó el año pasado el mismo día que cumplía 91 años), mediometraje en el que está inspirada la película, una obra maestra de ensueño, un experimento visual y sensorial único.

Un abrazo Javi, muy buena entrada.

Josepe Machado dijo...

Me encanta. Para mi 12 monos es la obra maestra de la ciencia ficción de los 90. Willis, Pitt y Stowe están inmensos y la historia, ese guión es una maravilla proveniente de otra joya, La jetée, cuyas imágenes fijas son inovidables. Una de mis películas de cabecera de siempre.
Un abrazo!

ricard dijo...

Tal como la recuerdo, hay cosas que me gustaron mucho y otras (la sobreactuación de Brad Pitt, por ejemplo) más bien poco. El hecho de ser un remake también le resta algo de mérito. Aunque tras tu análisis y defensa tal vez tendré que revisarla. Un abrazo (y pásate por el blog que hay premio).

Alforte dijo...

Peliculón desde esos efectivos títulos de crédito con Piazolla sonando de fondo, Bruce Willis lo borda y Madeleine Stowe (¿qué ha sido de esta mujer?) al igual que nosotros pasa de la incredulidad a ser colaboradora en una historia que, como bien apuntas, resuma melancolía.
Bsote

Gonzalo Aróstegui Lasarte dijo...

Hay cosas de la película, Javier, que me atraen mucho, otra menos. La parte final es la que me gusta, imagínate el subidón la primera vez que vi "12 monos" cuando entran en el cine en el que proyectan "Los pájaros" y "Vértigo". Todo el romanticismo y la tristeza, como bien señalas, que envuelve a la cinta a partir de ese momento es acongojante. Mi favorita de Gillam, de todos modos, sigue siendo "Brazil", seguida de cerca por "Miedo y asco en Las Vegas".

Un abrazo.

Pepe Cahiers dijo...

Un acierto también fue el inserto de la película "Vértigo", que le da un sentido de ensoñación bastante logrado.

Lillu dijo...

Para mí fue una de esas películas en la que me costó bastante meterme, pero con el paso del tiempo le he ido cogiendo cariño. Aparte de que Willis y Pitt están fantásticos y Terry Gilliam es un visionario, aunque a veces se le vaya la pinza XD

saluditos

ethan dijo...

No es de mis películas preferidas, desde luego. Los excesos de Gilliam, fuera de todo sentido dramático, no son de mi gusto. Aunque reconozco que Brazil me gustó y también sus trabajos juntos a sus compañeros de los Monty Python.
Saludos.

Javier Simpson dijo...

Raül
Sí, señor, a mí también me parece una recreación increíble, interesantísima. La Jetée no la he visto aún, pero la tengo por aquí. Caerá pronto…espero. Si me acuerdo ya te diré.
Ciao, Raül.
Einer
A mí también me gusta bastante Gilliam, como dice por ahí Lillu: un visionario. Es cierto que a veces no resulta, como cuando hace pelis tipo El barón Munchausen, o entre una cosa y la otra, como El doctor Parnassus.
Un abrazo, Einer.
David
Es una peli que gana con el tiempo, y con cada visionado. Para mí, como para nuestro amigo BCN, es una de las mejores pelis de los 90, y más si nos metemos en lo mejor del género fantástico. Creo que si la volvieses a ver no te defraudaría. Un saludo, David.
Javi
El final es sorprendente, y durillo, triste. Looper está ahí pendiente. Espero verla en nada, Javi. Un saludo.
dani
La Jetée le tengo muchas ganas, dani. Seguro que no defrauda. Como es lógico y lo bien que estoy hablando de la de Gilliam, 12 monos es muy recomendable, una maravilla.
Un abrazo
BCN
Para mí también, creo. Tendría que ver las pelis del género que vi en los 90, pero es casi seguro…Estoy contigo: es una maravilla, de esas buenas de Gillliam.
Un saludo, BCN.
ricard
A mí Pitt en este caso no me disgusta, hace una papel de excesos en el que no la pifia. En este caso es una peli que no tiene nada que no me guste, es bastante redonda y me mantiene pegado a la butaca si dificultades. Ya vi lo de tu blog. Me pasaré, ricard, pero desde aquí ya te doy las gracias, amigo :-)
Un abrazo
Alforte
La evolución de la peli es magnífica, y el tramo final espectacular, muy romántico. Creo que Madeleine, como tantas otras actrices guapas y jóvenes, con el tiempo dejaron de darle papeles tan importantes porque su físico dejó de ayudarla, aunque de madura siguiera siendo preciosa… pero ya se sabe lo que vende lo joven, y más, injustamente, si eres mujer…
Un saludo, Alforte. Gracias por pasarte. Estuve una temporada intentando entrar en tu blog, pero no había manera… ya lo he conseguido. Creo que has cambiado el nombre y el formato. Está chulo. Hasta pronto.
Zalo
En este caso a mí me gustó de una pieza, sin subidones o bajones de importancia. Es cierto que el tramo final es una maravilla, pero su ambiente y el guión son una pasada. De cualquier forma te entiendo perfectamente, o eso creo, y me parece bien que lo digas, como no podía ser menos. Brazil es una pasada, creo que ésta, Brazil y El Rey pescador son mis favoritas de él.
Un saludo, Gonzalo.
PD: Los New Bomb Turks son de coña… buenísimos. Me gustan un guevo y parte del otro :-P Tenías razón, bastante mejores que los Green day. Éstos son mucho más comerciales, y aquellos mucho más auténticos.
PEPE
Es muy chulo, le queda de coña, muy bien. Ya lo comento en la entrada.
Un abrazo, PEPE.
Lillu
Totalmente de acuerdo contigo, Lillu. Esta peli parece que gana con el tiempo. A Gilliam a veces se le va la olla, pero no deja de tener su encanto, como le ocurrirá en Miedo y asco en Las Vegas… qué locura de peli!!! ;-D
Un bico
ethan
En este caso, ethan, discrepo de tu opinión. Para mí esta peli sí que tiene un gran sentido e intensidad dramática. Es cierto que tiene excesos, los característicos de Gilliam que conforman su personalidad, pero para mí son bien admitidos y le quedan bastante bien al film. Bueno, en este caso es cuestión de gustos, creo; no se puede coincidir en todo, como es lógico. Eso sí, coincido plenamente en la de Brazil, esa peli tan especial y medio Kafkiana de Gilliam. El Rey pescador me parece una maravilla también. Con los Python siempre hizo grandes cosas…
Un abrazo, ethan.

Gracias a todos por vuestros comentarios, han sido muy bien acogidos. Hasta pronto.

Juanjo Mestre dijo...

A mí también me pareció un guión genial. No conozco mucha gente que valore esta peli como se merece. Me gustó mucho en su día. Un abrazo.

Javier Simpson dijo...

Te me pasaste, amigo Johnny. Es cierto, creo que no se valora todo lo que se merece. Me parece que tiene un poder de fascinación considerable. Me da que con esta peli hay ciertos prejuicios por los actores que salían en aquel momento en los que eran estrellas de Hollywood. Tal vez para algunos este hecho hizo verla de otro modo. Pensaron una cosa y resultó otra muy diferente. Tal vez ya iban predispuestos… y eso no es bueno por lo general porque distorsiona la realidad.
Un abrazo, Johnny, y gracias por el comentario.

abril en paris dijo...

En su momento me impresionó. Tendria que echarle otro vistazo. Creo que es la que más me gusta de Gillian que en otras no me convence.
¡Tremendo tema, eso sí !

Biquiños javi

Javier Simpson dijo...

Sí, no siempre está a esa gran altura de pelis como ésta o El rey pescador. Aunque hay gente a la que no le convence Gilliam, hay que reconocerle fuerza y personalidad a sus films, algunos incluso con una gran magia y poder de fascinación. Es importante que te gustara la peli sabiendo que no eres mucho de este tipo de géneros. Buen tema, ¿verdad?, el de Sidonie; la letra es una pasada.
Un beso, abril. Gracias por comentar. Mañana sin falta me paso por tu blog; lo iba a hacer hoy, pero no me dio tiempo. En el tuyo me suelo tomar su tiempo :-D
Chaito.

León dijo...

Muy grande, si señor. Romántica, triste y desasosegante. Un gozada, con uno actores ajustados y referencias a clásicos que no quedan en meros cliches. No has comentado nada de la música, que se maravillosa, con un tono de tango desquiciado que casa de maravilla con el tono trágico y romántico de la cinta.
Saludos

miquel zueras dijo...

Junto con "Las aventuras del Barón de Munchausen" es mi preferida de Terry Gilliam al que últimamente veo un poco desorientado con "Tideland" y "Dr. Parnassus" que no me convencieron.
Muy bueno tu anterior post sobre la comedia-western. Pleasence en su papel de Oráculo Jones era lo mejor de esa película que siempre me pareció demasiado larga. Saludos. Borgo.

Javier Simpson dijo...

León
Por supuesto, León, la música es perfecta, sugerente; le va muy bien. La peli es bastante redonda y no hay casi nada que no sea adecuado. La música está entre esos aspectos que no se escapa a un equilibrio Gillianiano (;-D) especial y visionario.
Un abrazo
miquel
En este caso no coincido (pero sólo a medias :-D), miquel, porque a mí la del barón Munchausen, como ya comento antes a un compañero, no me gustó. Mis predilectas son Brazil, casi la primera, ésta y El Rey pescador. Las tres a un nivel parecido de 9 9 y pico. Tres joyas, vamos!
Un abrazo
Gracias a ambos por comentar. Hasta pronto.

Chechu Rebota dijo...

Siempre he tenido ganas de verla, pero por alguna razón que no comprendo he desaprovechado todas las oportunidades.

Javier Simpson dijo...

Pues te la recomiendo muy mucho, Nocivo, y más si te gusta el cine fantástico que no es sólo puro entretenimiento.
Un saludo. Gracias por pasarte.

C. Noodles dijo...

Magistral película de Gilliam. Un director que puede ofrecer lo mejor (como en este caso) y lo peor.

Llena de imaginación y locura, es una aventura totalmente maravillosa. Un clásico de los 90, que como bien dices, bebe de la extrordinaria "La jeete".
Tanto Willis como Pitt están espléndidos, sin olvidar la belleza de la Stowe.
Gran película, sin duda.

Buena entrada Javier.

Un abrazo.

Javier Simpson dijo...

Para mí también lo es, un clásico de género fantástico de los 90. Es una peli envolvente, emocionante. Un abrazo, Noodles. Gracias.

Víctor M. Lázaro dijo...

Nunca me gustó. Quizás sea precisamente por esa manera de filmarla, que hacía que mis fobias cinematográficas se manifestaran de manera aguda. Interesante lo es un rato.

Un abrazo.

Javier Simpson dijo...

Vaya, no me lo esperaba. Creí que te podía parecer una peli muy recomendable, Víctor. Uno a veces se hace ideas preconcebidas que nada tienen que ver con la realidad.
Un abrazo, Víctor.

Antonio de Castro Cortizas dijo...

La vi hace quince años en inglés y me costó un poco seguir la trama, pero me dejó muy buen sabor de boca. Recuerdo que me había gustado el juego temporal que plantea, y sobre todo ese aire melancólico que hizo que me recordara mucho a "Brazil" (el fina de ésta es precioso, aunque realmente triste, claro, o quizá no tanto). Tengo ganas de volver a verla después de haber leído tu reseña.
Un saludo.

Javier Simpson dijo...

Hola, Antonio. Esos son dos aspectos de la peli importantes. Hay momentos que sí recuerda a Brazil (enorme peli para mí también). Para mí es una peli de género fantástico de lo mejor que he visto. No llega a Blade Runner, pero no le anda lejos (por poner un ejemplo). Si la vuelves a ver espero que la disfrutes mucho. Un abrazo.

Jordicine dijo...

Me gustó mucho. Buena visión del futuro e interpretaciones destacadas. Guardo un buen recuerdo de ella. Creo que está muy arriba en el Top250 de imdb. Un abrazo.

David dijo...

Esta película, que he visto unas tres veces, me produce sensaciones contradictorias como casi todo el cine de Gilliam. A mi juicio, la característica imaginería visual del ex-Monty Phyton, no casa bien con el género de la ciencia ficción.
Creo que este género en particular debe respirar credibilidad (algo muy complicado de por sí ya que se está especulando de ese gran desconocido que es el futuro), ya que esta es la única forma de que cale hondo de que inquiete y despierte emociones y conciencias.
Gilliam no puede evitar esa estética caricaturesca-grotesca tan típica de su cine, y no sólo en el diseño de producción y en los decorados sino en las propias caracterizaciones de los intérpretes. Y no me cabe duda que esto puede ir bien para hacer reír o para generar golpes de efecto... pero no para hacer más creíble el mundo propuesto en la película.

Por lo demás la película se deja ver bastante bien, la estructura narrativa es acertada y los planteamientos del guion (heredados de la jetée) son buenos y todos los intérpretes cumplen.
En resumen es una película entretenida e inofensiva, que pretensiones filosóficas que se diluyen entre el abigarramiento formal y la pirotecnia en la puesta en escena.

Un abrazo.

Javier Simpson dijo...

Jordi
Yo la votaría también muy arriba en cualquier lista. Un saludo, Jordi.
David
A mí sin embargo sí que me parece creíble. La extravagancia estética y el primitivismo van acompañados de una historia que le va bien. Creo que el estilo visual que usa Gilliam habitualmente no sólo encaja en lo humorístico. Estamos acostumbrados a ver en el cine de ciencia ficción una estética futurista más sofisticada, seria en ocasiones, de una perfección exagerada y eso no es siempre sinónimo de credibilidad. El fondo tiene que adaptarse a las formas según lo veo yo, y en 12 monos la estética encaja, me parece adecuada. El futuro no parece muy lejano, la tecnología más avanzada se puede mezclar con estéticas más retro o incluso aparatosamente primitivas, y la tecnología (con todo ese proceso de dirección artística que tanta importancia resulta en estos casos) precisa y “limpia” a la que estamos acostumbrados no es la única que puede convencer (muchas veces nos la creemos más por pura costumbre –de verla continuamente en las pelis comerciales – ), de hecho aquí, aunque no se vea mucha sofisticación, uno se puede convencer igualmente de que la tecnología tiene un papel importante a pesar de la exageración estética de ésta. Todo es exagerado, estamos en una especie de pesadilla futurista con una tecnología que impone por su aparatosidad, pero no por eso tiene porque resultar no creíble. Gilliam recrea un mundo posible, y ese mundo posible es perfectamente coherente, tanto en su estilo visual como en el comportamiento de los personajes que salen en él. Es cuestión de entrar o no en el mundo posible que nos presenta. Si desde un principio rasca ya no hay que hacerle, pero si no es así creo que fascina lo suyo.
Un abrazo, David.

Gracias a los dos por pasaros.

Susan Lenox dijo...

Querido Javi, que estoy un poco apartada de comentar en los blogs de los compis, como siempre la falta de tiempo, que voy con el tiempo pegado a los tacones, jajajaja.
DOCE MONOS, es soberbia al menos a mi me gusto mucho, muchísimo, la veo muy original y muy bien hecha y por supuesto destacar a Bruce Willis y Brad Pitt, que este tipo de papeles los borda con las caras que pone, en realidad él tiene un poco la cara de mono, jajajajaja.

Molts Biquiños Javi.

Javier Simpson dijo...

Cuanto más tiempo pasa más falta de él hace, y eso agobia no poco. Es lo que se suele dicir: los días deberían tener más de 24 horas, aunque no precisamente para trabajar más de 8, :-D Se te echa de menos, Susan, espero que poco a poco se vuelva a ir comentando y leyendo en todos los blogs amigos, entre los que, por supuesto, se te incluye (no debería ni decirlo).
La peli es una gozada. A mí me enganchan muchas de las cosas de Gilliam.
Un bico

Anónimo dijo...

Buen film de Guilliam.Bonito homenaje a la magistral Vertigo de Hitchcock.Me ha parecido curioso el comentario de Susan Lenox sobre que Brad Pitt tiene cara de mono,puesto que mi madre será una de las pocas mujeres en el mundo que piensa que Brad Pitt es super,super pero super feo y es que curiosamente dice lo mismo que Susan Lenox.A mi madre le parece asombroso que este tio sea el mayor sex symbol de la historia del cine,por que según ella Brad Pitt tiene los labios de mono...curioso que mi madre y Susan sean de las pocas que lo piensen.UN SALUDO DEL PADRE LOGAN.