" cinódromo: David Slade
Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta David Slade. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta David Slade. Mostrar todas las entradas

domingo, 29 de septiembre de 2013

Hard Candy/ David Slade/ Estados Unidos 2005



La ganadora del festival de cine fantástico y de terror de Sitges en el año 2005 presenta una propuesta bestial, de una radicalidad que crispa los nervios de cualquier espectador por mucho que le guste y esté acostumbrado al género que promueve este gran festival internacional de cine hecho en Cataluña.
La película de David Slade es muy original en el modo de ser concebida. Nunca cae en estancamientos o aparatosidades (aunque su propuesta exagerada pueda hacer creer lo contrario) que podrían salir a relucir con facilidad si el pulso no fuese lo suficientemente firme y la trama no evolucionara con una soltura muy necesaria en casos similares, y (o mejor debería haber puesto pero) sin perder ni una pizca de radicalidad.

La dulce y adolescente protagonista no es lo que aparenta. Cuando contacta por Internet con un hombre sabe perfectamente con quien está tratando. SPOILER (No leer el spoiler en color azul para no descubrir partes de la película) Ella podría ser otra víctima del pedófilo, alguien que también está detrás del asesinato de otra mujer tiempo atrás. FIN SPOILER (Ya se puede seguir leyendo sin problema).


La confusión se apoderará en un determinado momento de nosotros y llegaremos a creer que el hombre, sometido a lo que parece un juicio sumarísimo atroz en el que deberá pagar por su gran pecado, es inocente y no hizo nada de lo que es acusado por la chica, alguien que aparenta un desequilibrio por el que se quiere vengar de un modo alucinante. Pero lo que nos puede pasar por la cabeza, por la situación creada, irá cambiando y se irá aclarando poco a poco terminando siendo desechado cuando descubrimos quién es él realmente y qué es lo que está llevando a cabo la adolescente: hacer justicia (bajo su punto de vista, aunque que lo tenga tan claro y aporte tantos argumentos siempre ayuda a estar con ella de algún modo), eso sí: de una manera cuanto menos peculiar y que nos deja helada la sangre.


Las primeras tre cuartas partes del film son extraordinarias, excesivas, pero coherentes, de una enorme ambigüedad morbosa (sobre todo al inicio), con un suspense que atenaza completamente y para estómagos y sensibilidades de acero, sin que se vea nada desagradable explícitamente en ningún momento, sólo sugiriéndolo. El último tramo se hará más convencional y trillado, sin que pierda exageradamente, pero bajando un tanto el clímax y nivel de angustia que habíamos sentido en esa primera parte comentada, la más extensa y por la que más se valora la película.El no tener un gran remate (tiene un buen remate, no excelente)hará que pierda algunos puntos de cualquier modo, pero sin dejar de parecerme una notabilísima película.

 














La pareja protagonista está muy bien, metida todo el tiempo en situación y muy creíbles; su esfuerzo interpretativo merece un gran elogio. La adolescente realiza una venganza por todas y cada una de las víctimas del hombre al que ahora tiene echado el lazo (y nunca mejor dicho, modestia aparte), al que humillará y se lo hará pasar tan mal como a las desdichadas forzadas por él mismo.
Me gusta el misterio que ofrece el personaje femenino al no saber de dónde sale, quién es y por qué hace aquello. Esa incertidumbre y su fuerte y sarcástica  personalidad rebosante de determinación juegan muy a su favor y le confieren a la mujercita un perfil de lo más sugerente, alguien que podría haber salido de un cuento para adultos de terror de lo más oscuro, una nueva Caperucita Roja invertida, como lo era la Reese Whiterspoon de Freeway, que transgrede sin preocupaciones, con un desparpajo digno del más sobrado de los sobrados, y que seguirá con lo suyo hasta sus últimas consecuencias.